L ‘eczema, es una patología de la piel que aún esconde misterios a los ojos de la medicina, de hecho, no siempre es posible entender las verdaderas causas que la desencadenan. El pensamiento común, avalado por los investigadores, admite que existen bastantes factores que pueden favorecer este trastorno, entre los que podemos mencionar: herencia, factores ambientales, disfunción del sistema inmunológico, actividades que aumentan la sensibilidad de la piel, defectos en el funcionamiento de la barrera cutánea que aparece más débil y menos capaz de contrarrestar los agentes desencadenantes.
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La piel normal es capaz de defenderse más de este tipo de problemas, mientras que la piel más seca y agrietada es más propensa al eccema. En este caso, se desencadena un círculo vicioso, por el cual la piel ya seca se irrita aún más por el hecho de que el eccema conduce a una mayor pérdida de agua, impidiendo así el proceso de curación natural.
L ‘eczema se trata por tanto de un trastorno cutáneo molesto y no contagioso, una de las dermatitis más frecuentes entre las personas, una inflamación de la piel caracterizada por picor, hinchazón, enrojecimiento y en algunos casos por ampollas y pequeñas lesiones. Los tipos de eccema son variados y todos comparten un cuadro de síntomas similar. El trastorno en los Estados Unidos afecta aproximadamente al 10-20 por ciento de los bebés y aproximadamente al 3 por ciento de los adultos y niños. Algunos niños pierden este trastorno dentro del décimo año de edad, en algunos casos, sin embargo, el eccema puede continuar hasta la vida adulta. Con el debido cuidado y el tratamiento adecuado, la enfermedad a menudo se puede controlar.
Lo importante es evitar que el trastorno se convierta en causa de cierre en uno mismo y depresión, y favorecer una correcta relación entre uno mismo, el problema y el especialista que seguramente podrá mejorar la situación.
- Eccema atópico o dermatitis atópica: es el tipo de eccema más grave, caracterizado por picazón e inflamación de la cara, piernas y tronco, aparece a menudo en los niños y, lamentablemente, adquiere una forma crónica. Este tipo es común entre pacientes predispuestos a alergias, como asma del heno, alergias estacionales y a los alimentos. La dermatitis atópica puede ser leve, moderada o aguda según los síntomas y la incidencia.
- Dermatitis seborreica: es un trastorno que afecta principalmente al cuero cabelludo y se manifiesta con los mismos síntomas que los otros tipos, picor y enrojecimiento. A veces, esta forma de eccema puede confundirse con rosácea o incluso ocurrir al mismo tiempo. La dermatitis seborreica también es crónica y puede extenderse a las cejas, orejas, ingle y axilar. En estos puntos las glándulas sebáceas se encuentran hiperactivas y se altera la composición de su secreción, tanto como para favorecer una degradación acelerada de las células y la consiguiente aparición de escamas amarillas y grasosas. Aunque la causa desencadenante aún no está clara, los estudiosos relacionan este tipo de eccema con un hongo, conocido como Malassezia.
- Dermatitis de contacto: este tipo de dermatitis se produce cuando la persona es alérgica a determinadas sustancias. Un ejemplo es la alergia al níquel, la piel entra en contacto con él y se produce una reacción alérgica, pero lo mismo puede pasar con algunos detergentes, detergentes, disolventes, cosméticos, tejidos y perfumes. En este caso, una vez identificado el agente alérgico, se puede encontrar un remedio adecuado. Es el tipo de eccema más común en la población.
- Eczema de las manos: es un trastorno de las manos provocado por el contacto con determinadas sustancias nocivas o irritantes; Afecta aproximadamente al 10% de la población, con mayor incidencia entre las mujeres. Se manifiesta con picazón, enrojecimiento, hinchazón y lesiones. Un ejemplo típico es la alergia al látex. El eccema de manos puede ocurrir ocasionalmente incluso durante muchos años.
- Dermatitis por estasis: este tipo de trastorno se presenta principalmente en miembros inferiores y generalmente está relacionado con problemas circulatorios e insuficiencia venosa, por lo que afecta con mayor facilidad a personas mayores de 50 años. El riesgo de desarrollar esta dermatitis aumenta, de hecho, con el paso de los años. Los síntomas se manifiestan por el picor habitual acompañado de un color rojo azulado, y en los casos más graves con la aparición de lesiones cutáneas y úlceras.
- Neurodermatitis: esta forma también se conoce como “liquen simple crónico” y es causada por el frotamiento de la piel y el rascado. El trastorno comienza con una picazón localizada, similar a la picadura de un insecto, que luego se propaga cuando se frota. Afecta principalmente a las pantorrillas, antebrazos, muñecas y cabeza, más común en mujeres entre 20 y 50 años. La emocionalidad y el estrés son factores que pueden agravar significativamente la condición de neurodermatitis.
En todas estas formas de eczema, lo estrés, puede jugar un papel importante en el empeoramiento de los síntomas, así como la contaminación, el polvo, los climas que tienen tendencia a resecar la piel, la sudoración intensa y la tendencia a rascarse para agravar la molesta sensación de picor.
Aunque en la mayoría de los casos no existe cura, la mayoría de las personas pueden controlar eficazmente su enfermedad, gracias a un tratamiento médico adecuado y evitando factores irritantes.
El diagnóstico de eccema siempre debe ser realizado por el pediatra o dermatólogo, nunca por su cuenta. En este caso el especialista podrá someterle a preguntas y pruebas de alergia para buscar las causas de su problema y proponerle un posible remedio.
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